Curso de japonés para frikis

Hace unos años que todo lo oriental está de moda (tengo un amigo que dice que un día los chinos nos invadirán, y voy camino de darle la razón), y las academias de lenguas como el japonés y el chino se están poniendo de rabiosa actualidad. No es de extrañar, tampoco; China se ha convertido en una potencia económica mundial, y el auge del manga y el anime japonés en la cultura occidental ha hecho que todos estemos muy interesados en estos idiomas que cada vez tienen más incidencia en el nuestro propio.

¿Pero es coincidencia, locura del momento o algo más? Bueno, como nunca está de más aprender otras lenguas, y como siempre hay algún que otro friki que se aprovecha del momento para mostrar su ingenio en los temas más diversos como éste, hay va un ejemplo de que sólo hay que ponerse a ello si se quiere aprender alguno de estos idiomas orientales:

Resulta que este caballero se ha entretenido en recopilar algunas palabras que suenan igual en español que en japonés, una buena manera de relacionar ambos idiomas y hacer que su aprendizaje se haga más ameno. Ojo, sólo se pronuncian igual, en la mayoría de los casos no tienen la misma grafía, y por supuesto el significado es diferente; tanto, que sólo por la diferencia y la gracia que nos puede hacer, seguro que en nuestra memoria se graba más de una de ellas.

Aunque suene a coña, no está de más hacer que estudiar otras lenguas, sobre todo cuando se nos hacen algo complicadas por las grafías o por su gramática, sea algo divertido, y echar mano de esta serie de truquillos para conseguirlo. No, si al final va a resultar que los frikis tienen una función social después de todo, jeje (por lo menos, yo ya me he quedado con unas cuantas palabras, ¿será eso el nivel básico de japonés?).

Aprendiendo a usar las palabras con propiedad

El español es un idioma antiguo, milenario para decirlo con propiedad, que ha bebido de innumerables fuentes y surtido de muchas lenguas que han ido llegando hasta nosotros, y aún hoy en día sigue así, adaptándose y uniendo a nuestro vocabulario palabras de otros idiomas que cada vez están más en boga y la gente usa a diario, en ocasiones sin saber siquiera bien lo que significan.

Precisamente por esta última razón me animo a escribir este blog. Y es que me he dado cuenta últimamente que la gente tiende a hablar, hablar y hablar sin conocer en realidad el significado de las palabras que dice. Ojo, no es un problema de lucidez, ni tampoco de mal entendimiento: es sólo que poco a poco hemos ido viciando nuestro propio idioma, a veces por casualidad, pero el mal uso se ha ido generalizando hasta llegar a un punto en el que el fallo se ha hecho costumbre sin que nos demos cuenta.

Usar el diccionario en plan literal es un coñazo total, y no se trata de eso, sino más bien de saber qué significa exactamente la palabra que usamos para definir tal cosa: de dónde viene, qué era lo que quería decir originariamente, y cuánto hemos sido capaces de desvirtuarla. Y no es que esto último sea necesariamente malo, hay que tenerlo en cuenta: un idioma vivo puede cambiar y transformar vocablos, por falta de uso o simplemente por variación, y no me digáis que con los millones de personas que hablan español en el mundo, éste no lo es.

Claro que me estoy dejando atrás un punto muy importante, algo en lo que nuestro idioma es bastante rico, y es el doble sentido. El español tiene la figura de la ironía, pero no es lo único que puede llevar a confusión, dado el sentido jocoso que puede llegar a tomar nuestro idioma. También es importante conocer esto, saber cuántas formas hay de decir una misma cosa, o cuántos significados puede llegar a tener una palabra o frase hecha. Usar con propiedad la riqueza de nuestra lengua es algo importante,  y no nos hace unos frikis, por mucho que se pueda pensar eso.

Así que, si realmente tenéis curiosidad por saber un poco más de nuestra lengua madre y conocer el significado de las numerosas palabras, frases hechas y expresiones con las que contamos, no dejéis de pasaros por aquí; al menos, el entretenimiento estará asegurado, y quien sabe, quizá también algo de conocimiento.